Repite este ejercicio varios días.
El objetivo: que la llegada de personas nuevas deje de activar un estado de alerta constante. Cuando un perro aprende qué va a pasar, su reacción emocional mejora muchísimo.
2. Establece un espacio seguro para él
Todos los perros necesitan un lugar donde puedan refugiarse si la casa se llena de gente. Ese rincón será su “zona de calma”.
Incluye:
- Su cama o manta favorita.
- Un kong o juguetes rellenos.
- Premios de larga duración.
Asegurate de que nadie lo moleste cuando esté ahí.
Esto reduce estrés, previene interacciones incómodas y le da control emocional en medio del movimiento.
3. Enséñale una conducta alternativa a los saltos y la euforia
Muchos perros reciben a las visitas como si llegara su banda favorita. Para evitar saltos, ladridos o persecuciones, enseñale una conducta alternativa:
- Ir a su cama cuando suena el timbre.
- Sentarse para saludar.
- Quedarse quieto mientras la visita entra.
Practicalo todos los días:
- Con pocas distracciones.
- Sesiones cortas y divertidas.
- Refuerzos inmediatos cuando lo hace bien.
Cuando llegue gente real, ya sabrá qué hacer.
4. Prepara su bienestar desde adentro
Durante temporadas con tantos estímulos, es clave apoyar no solo la parte conductual sino también la emocional.
Nutriss Sabores incluye triptófano, un aminoácido relacionado con la producción de serotonina —la hormona que promueve calma y bienestar en los perros—.
¿En la práctica qué significa?
- Tu perro maneja mejor situaciones nuevas.
- Reduce estrés ante ruidos o visitas inesperadas.
- Facilita la concentración durante los entrenamientos.
Una buena educación + nutrición pensada para su estabilidad emocional = un perro mucho más tranquilo y adaptado en épocas festivas.