Hace 2 años para una semana santa una vecina me pidió amablemente que cuidara de Noa por unos días, para entonces en mi casa no teníamos planeado ninguna salida y desde luego le dije que si. Cuando ella regresó y hasta el momento no se la razón pero me ofreció quedarme con el perrito, habían sido pocos los días pero en mi casa ya nos habíamos encariñado con él y desde luego le dije que si. 

Yo lo nombre Toño, cuando llego no se encontraba en las mejores condiciones, su comportamiento era extraño de pánico y miedo, no se dejaba consentir y cuando alguien lo llamaba pensaba que le hiban a pegar, él temblaba y se escondía debajo de la cama, un dia se encontraba desayunando y tuvo una convulsión, de emergencia lo llevamos al veterinario, allí le practicaron ciertos exámenes que descubrieron el estado de anemia extrema en el que se encontraba, su hemoglobina más baja que el límite permitido y sus dientes de leche no habían salido, esto fue muy alarmante y muy triste para nosotros pues Toño ya tenía casi 5 meses y tenia muchos problemas de salud.

Empezamos un proceso de recuperación de la anemia con multivitamínicos y poco a poco le crecieron los dientes, al cabo de 2 meses de estar con nosotros Toño se cayó de una silla y por la falta de calcio en sus huesos se partió una pata, eso fue traumático, ya que fue de cirugía con tornillos, afortunadamente por su corta edad el hueso pego muy rápido, pero en realidad no había día en que no me sintiera mal por él.   

Actualmente él es la figura principal de la familia, nos ha enseñado de paciencia y perseverancia, nos hemos enfocado en darle mucho amor, porque es un perrito que en realidad ha tenido demasiados cambios en el comportamiento, ahora le encanta comer, le gusta la fruta y las verduras: banano, manzana, pepino apio, etc. En la familia es una pieza fundamental de unión, el simplemente llegó por un favor pero el favor lo hizo su anterior dueña al dejarnos con este ser para el resto de nuestras vidas.

Toño es el ser que no estábamos buscando, pero sí necesitamos y es nuestra mejor compañía, siento que él aprendió mucho de todo lo que pasó. El es un perrito muy amado en toda la familia  y no solamente por mi familia cercana, sino por los que nos visitan, verlo ser tan amoroso nos llena de felicidad.