Antes de empezar, asegúrate de que tu gato:
- Tenga todas sus vacunas al día.
- Esté protegido contra pulgas, garrapatas y parásitos.
- Se sienta seguro y confiado dentro del hogar.
Tip Nutriss: los gatos más curiosos y sociables suelen adaptarse mejor, pero incluso los más tímidos pueden aprender si el proceso es gradual.
Cómo acostumbrar a tu gato al arnés y la correa
El arnés es tu mejor aliado para un paseo seguro. Pero antes de salir, tu gato debe familiarizarse completamente con él.
- Elige el arnés correcto. Debe ser cómodo, ajustable y hecho de materiales suaves. Los collares no son recomendables, ya que pueden ser peligrosos si el gato intenta soltarse.
- Permite que lo explore. Déjalo oler y tocar el arnés antes de ponérselo. Puedes dejarlo cerca de sus juguetes o cama para que lo asocie con algo familiar.
- Pruébalo dentro de casa. Colócaselo unos minutos al día sin correa. Si camina normal, prémialo con cariño o trocitos húmedos Nutriss.
- Agrega la correa poco a poco. Déjalo caminar con ella suelta, sin tirones. Permite que él controle el ritmo.
- Premia siempre el avance. Refuerza cada comportamiento positivo con palabras suaves, caricias o snacks.
Dato Nutriss: los gatos aprenden mejor con refuerzos positivos y rutinas cortas. La paciencia y la constancia son clave.
Primeros paseos al aire libre
Una vez que tu gato se sienta cómodo con el arnés, puedes empezar a explorar espacios tranquilos.
- Elige un lugar seguro: un patio, terraza o jardín cerrado son ideales para comenzar.
- Evita el ruido y el tráfico: los sonidos fuertes pueden asustarlo y hacer que asocie el exterior con peligro.
- Deja que explore a su ritmo: si se detiene, huele o retrocede, no lo fuerces. Los gatos necesitan sentirse en control.
- Usa tu voz para transmitir calma: háblale en tono suave para reforzar su seguridad.
- Mantén las primeras salidas cortas: bastan 5 a 10 minutos los primeros días.
Tip Nutriss: lleva una manta o caja transportadora por si tu gato se asusta y necesita refugiarse.