Pérdida de apetito o alteraciones en la alimentación
Negarse a comer su alimento favorito o reducir considerablemente las porciones que antes disfrutaba (como sus deliciosos e irresistibles trocitos de Nutriss) es una señal de alerta importante. También es necesario observar si bebe más o menos agua de lo habitual.
Señales físicas que indican malestar
Postura encorvada o lenguaje corporal extraño
Muchos gatos enfermos adoptan una postura encorvada, mantienen los ojos semicerrados o se muestran más sensibles al tacto. Estas posturas pueden indicar dolor abdominal o generalizado.
Cambios en el pelaje y la higiene
Un gato que deja de acicalarse o que tiene el pelaje opaco, enredado o con zonas sin pelo puede estar atravesando un problema de salud. También presta atención a su aliento, ojos y nariz: secreciones, mal olor o mucosidad persistente son síntomas que no deben ignorarse.
Síntomas específicos según el sistema afectado
Problemas digestivos
Vómitos frecuentes, diarrea, estreñimiento o hinchazón abdominal pueden ser señales de un problema digestivo, como infecciones, obstrucciones o intolerancias.
Molestias urinarias o renales
Dificultad para orinar, sangre en la orina, maullidos al usar la caja de arena o cambios en la frecuencia urinaria pueden estar asociados a enfermedades del tracto urinario o problemas renales.
Síntomas respiratorios o gripales
Estornudos, dificultad para respirar, tos, ojos llorosos o mocos pueden indicar desde una gripe felina hasta un cuadro más serio como bronquitis o asma.
Cambios en los ojos y oídos
Ojos enrojecidos, hinchados, con legañas o sensibilidad a la luz, así como sacudidas frecuentes de la cabeza o secreciones en los oídos, podrían apuntar a infecciones o alergias.